Kurn, sin una vida o muerte honorables, se pone en manos de Worf. A sugerencia de Dax, Worf le pide un favor a Odo y le consigue a Kurn un puesto en la fuerza de seguridad de Odo. Sin embargo, Kurn pierde su trabajo cuando permite que le disparen sin ningún intento de defenderse.
Mientras tanto, se han observado explosiones misteriosas y naves klingon camufladas cerca del espacio bajorano. Finalmente, se descubre que los klingon están minando el espacio alrededor de Deep Space Nine en preparación para una guerra futura. Worf y Kurn son enviados en una misión encubierta para descubrir la ubicación de las minas y los códigos de activación. Pueden acceder a los datos, aunque Kurn se ve obligado a dispararle a un oficial klingon para defender a Worf. Usando esta inteligencia, la Mayor Kira puede detonar las minas y eliminar las naves Klingon encubiertas.
Haber matado a un hombre que actuaba en defensa del ImperioKlingon profundiza la depresión de Kurn. Worf está angustiado porque no se dio cuenta de que el oficial klingon tenía la intención de matarlo, sintiendo que un klingon real lo habría hecho. Llega a la conclusión de que no es del mundo klingon o humano, pero tiene su rango de la Flota Estelar y Kurn no tiene nada en absoluto. Para permitir que Kurn viva una vida honorable como klingon, Worf hace que el Dr. Bashir borre la memoria de Kurn para que pueda recibir una nueva identidad. Kurn, ahora «Rodek», se confía a un amigo de la familia que accede a acogerlo como a un hijo. Cuando Kurn pregunta a Worf si es parte de su familia, Worf responde que no tiene familia.