Narek se cuela sigilosamente en el Cubo mientras Elnor habla con Siete. Narek se encuentra con , que está bien y se ha estado escondiendo en el Cubo. Su interacción parece indicar que Narek ha todo el trabajo encontrando a los sintéticos, y ahora, su nuevo plan es volar las orquídeas que sirven como sistema de defensa planetario con algunas granadas antes de que llegue la flota romulana … al menos, eso es lo que le dice a Narissa.
En la colonia de los sintéticos, Soji visita a un Picard cautivo. Picard implora a Soji que decida tener la libertad de elegir su propio destino.
Jurati libera a Picard, Mientras Rafi y Rios trabajan para reparar La Sirena, pero durante la reparación son interrumpidos por Narek lanzando piedras contra el casco de la nave. Junto a Rafi, Rios y Elnor, trazan un plan para entrar en la colonia de los sintéticos e impedir que Soji active el faro.
Jurati y Picard llegan a bordo de La Sirena y la hacen despegar para enfrentarse a la Flota romulana, Picard muestra cuánto cree en los sintetizadores al decirle a Jurati que son niños que temían el exterminio al ser criados por un par de ermitaños, «y el miedo es un maestro incompetente». Sabe que la mejor manera de enseñar a los niños es con el ejemplo, por lo que se pone en contacto con Soji nuevamente y le dice dramáticamente que va a renunciar a su vida para ayudarla a cambiar de opinión.
Cuando Soji activa el faro y la batalla se calienta, la batalla de Picard con el Síndrome Irumódico se hace más intensa, por lo que le indica a Jurati que lo estabilice, en detrimento de su pronóstico a largo plazo, para que pueda tener una conversación más con Soji, en un canal abierto para que todos lo escuchen. El le explica que depende de ella tomar la decisión correcta. Con la Flota Romulana y la Armada de la Flota Estelar al mando del Capitán Riker, a pjnto de enfentrse, Picard le dice el motivo por el que él está allí, y por qué le salvó la vida y salvo a a Soji. Para que ella pudiera salvarles la vida a cambio. Él confía en ella y cree en ella, y ella finalmente decide tomar el asunto en sus propias manos apagando el faro y poniendo fin a la amenaza del Ganmadan: el día de la aniquilación.
Picard cae inmediatamente en la cubierta de La Sirena y Jurati sabe que no hay forma de salvarlo. Son transportados al planeta y muere rodeado de su nueva tripulación. Sin embargo Soong ha ayudado a Jurati a transferir la imagen neuronal de Picard al cuerpo sintético que Soong estaba creando, dando al almirante otra oportunidad de vivir, sin las capacidades aumentadas de otros androides tipo Soong, pero libre de defectos cardíacos y cerebrales artificiales que han eclipsado la mayor parte de su vida.
De vuelta a bordo de La Sirena, la nueva tripulación de La Sirena se pone en marcha a velocidad de curvatura hacia un destino desconocido.
Miguel SJ