Los padres a menudo se consideran omnipotentes, pero en el caso de Q, realmente lo es. Es el primer padre del Q Continuum, y no tiene ejemplo a seguir.
Este súper ser tiene una súper tarea por delante de él: criar a un hijo con el mismo espíritu y confianza y enfadarse por las travesuras del niño.
Las razones de Q para querer convertirse en padre son difíciles de revelar para él. Inicialmente, le dice a la Capitán Kathryn Janeway del USS Voyager, NCC- 74656 que está solo y tener un hijo con ella le daría la estabilidad y la seguridad que tiene ha desaparecido en los últimos mil millones de años. Janeway duda de su sinceridad, especialmente después de conocer a la divina Q femenina, y se entera de la verdadera razón detrás de su búsqueda.
El Continuo ha caído en una guerra civil después de que el Q conocido como Quinn se suicidara.
Una lucha de poder entre aquellos que buscan la independencia y la individualidad, y aquellos que quieren retener el status quo enfurecen a Q. Q cree que tiene la solución. Combinando su omnipotencia e intelecto infinito con las mejores cualidades que la humanidad tiene para ofrecer – Janeway – esta infusión de sangre fresca, aportará una nueva sensibilidad y un nuevo liderazgo traerá el Continuo un Mesías.
La mujer Q.
El reloj cósmico de Q está haciendo tictac más fuerte que nunca cuando él es casi fusilado pero encuentra una procreadora dispuesta en la mujer Q. Los dos aportan ideas, juntan los dedos, y el hecho se hace – la primera impregnación del Continuo. Momentos más tarde en la oficina de Janeway en el Voyager, Q aparece con su hijo pequeño. Ella admite que esta de acuerdo con él cuando dice que ahora ve el universo de una manera completamente diferente. «No puedes ir simplemente ir por ahí causando anomalías temporales o inversiones subespaciales sin considerar qué tipo de impacto tendrá en tu hijo«.
Antes de que regrese con su hijo a estar de nuevo “encadenado a su vieja bola», hace una petición – que la tía Kathy sea la madrina de su hijo. Quiere que ella enseñe a junior sobre el amor y la conciencia. Janeway se siente halagada y le previene que así lo hará.
El mayor orgulloso.
Cuatro años más tarde, Q regresa con su hijo. Ella no reconoce a Junior, hasta que Q señala el parecido familiar. Q no ha venido para un visita de cortesía, y ha vuelto al Voyager con la esperanza de que Janeway influya en el chico y le instruya Q de todo. Q desconcertado no es sólo padre, sino también padre soltero.
Frustración
Sus sueños de que Junior inspiraría paz y compasión se desvanecen; en lugar de orden, el niño ha traído el caos. Arroja a su hijo a tía Kathy, con la esperanza de que algunos de sus ideales de la Flota Estelar le empapen. A su regreso, él está decepcionado por la falta de progreso, pero cree que su sugerencia de que una vez que el niño llegue a conocerlo mejor, lo idolatrará . Una vez más sus nociones de educación están equivocadas. Q es advertido por el Continuo que si su hijo no se forma para ser un ciudadano de a pie, se le retirara su omnipotencia. Como Q carece de autodisciplina, no es de extrañar que Junior sea un rebelde. La cuestión, sin embargo, es que Q no sabe cómo inculcar responsabilidad o disciplina en su hijo. Intenta castigar al niño en consecuencia a sus acciones, convirtiéndolo en una ameba Opreliana, y revocando sus poderes, pero esto infunde resentimiento y desesperación en Junior, en lugar de cualquier sentimiento de remordimiento. Q no se da cuenta de su enfoque de “Haz lo que yo te digo” haciendo que su hijo terminesiendo un rebelde y sintiéndose incomprendido.
El Continuo amenaza con expulsar a Junior, porque no exhibe ningún comportamiento ejemplar típico del Contintuo Q; esto es un resultado directo de la falta de disciplina positiva. Q es poco comprensivo y no esta impresionado por los pequeños logros que su hijo hace bajo la orientación de Janeway , y en lugar de tratar de enseñar a su hijo a ser Q, opta por su papel como padre ausente una vez más. El joven descuidada huye, y en el proceso provoca a los Chokuzan, y pone en peligro la vida de su único amigo, Icheb. Esto termina resultado en un plan orquestado por Q en un esfuerzo por obligar a Junior a aceptar rendir cuentas por su acciones. Con su nuevo centro moral, Junior es llevado ante los jueces Q con la esperanza de tener su omnipotencia y poderes ilimitados le devolvieron. El tribunal se encarga de él, sin embargo, y Junior se queda abatido en forma humana – como Q desaparece de nuevo.
Junior no cree que vaya a ver Q de nuevo ya que lo ha dejado atrás no una sino dos veces. Honestamente cree que su padre no lo quiere cerca, y se siente rechazado por la entidad que quiere emular. Q, sin embargo, devuelve. A cambio del regreso de los poderes de su hijo, ha aceptado la tutela eterna del niño. Si no apreciaba al único hijo
del Continuo, nunca estaría de acuerdo con pasar la eternidad con él.
Hombre de familia
En su forma dramática habitual, Q ha aprendido que con la paternidad viene el amor incondicional; hasta su libertad para tomar la custodia eterna de su hijo. Ambos agradecen a Janeway su ayuda: Junior le regala una habitación llena de flores, y Q lesa ahorra unos años de su regreso al cuadrante Alfa. No la envía todo el camino a casa, porque como él dice, y no sin un fuerte dosis de ironía. “Estoy tratando de dar un ejemplo a mi hijo. ¿Qué pensaría si yo hiciera todo el trabajo por ti?»
La eventual paternidad del niño, esta nueva raza de Q, es el resultado de la primera, y única, unión entre el omnipresente Q y su señora Q quien ha sido su amiga durante cuatro mil millones de años impares. La cópula Q es un nuevo concepto para ellos al igual que
embarazo y procreación, pero los dos lo gestionan con el parpadeo de un ojo. Q y el Continuo siempre han existido pero la nueva generación ha llegado, y con ella todo tipo de dolores de cabeza.
Fuente Star Trek The Offciial Fact Files
Traducción Miguel SJ