Uno es un Fundador y el otro un científico bajorano, pero la relación entre Odo y el Dr. Mora Pol es similar a u la de un hijo rebelde resentido con un padre estricto y autoritario. Su asociación está plagada de tensión y malentendidos— hasta que Odo deja el Instituto de Ciencias Bajorano y al Dr. Mora Pol lleno de resentimiento.
Odo se sintió como la rata de laboratorio del científico durante siete años, sometido a crueles experimentos y trato inhumano; como resultado, Odo no quiere ningún otro contacto con el Dr. Mora. No tiene ningún indicio de en qué medida ha herido los sentimientos del científico hasta años más tarde, cuando se encuentran de nuevo.
El Dr. Mora cree que los años más gratificantes de su vida estuvieron los pasó con Odo explorando con él la existencia inusual de un cambiante. Él ve su pasado bajo una luz muy diferente, como un momento estimulante como ningún otro en su carrera.
Diferentes puntos de vista
Cuando Odo dejó su laboratorio tan repentinamente hace años, el Dr. Mora estaba convencido de que el cambiante volvería porque sería incapaz de incorporarse con éxito en una sociedad humanoide. Cuando él ve Odo otra vez en 2370, el científico se da cuenta de cuánto pierde a hijo adoptivo.
Odo, quien ahora se siente más seguro de sí mismo es más independiente, se encuentra con el Dr. Oda Mora en Espacio Profundo Nueve realizando los difíciles deberes de su trabajo como jefe de seguridad, el científico tiene dificultades para aceptar que Odo ya no está bajo su control.
Al igual que viejos tiempos
El Dr. Mora no trata a Odo como un igual, no hace ningún esfuerzo de ser educado como haría con un miembro de otra raza. Para el, es como si Odo fuera todavía un ejemplar al que estudiar. Destaca que Odo, aún no ha conseguido simular bien las orejas, sin detenerse, pregunta a Odo si su uniforme es parte de él, o es ropa real.
Cuando el Dr. Mora comenta que Odo tiene aún problemas con la integración social Odo responde que se integra en la medida de lo necesario y define al científico como grosero y su relación como frustrante.
Aunque Odo lo niega categóricamente, Oda enérgicamente negarlo, pero su relación se parece a la de un padre autoritario y su hijo rebelde. Por ejemplo, Oda modela su peinado a la manera de la del científico; Los dos tienen son de altura similar y tienen expresiones faciales similares. Como si fuera un padre, el Dr. Mora está contento, casi orgulloso, de que a Odo le vaya tan bien en la estación y se haya ganado el respeto de sus colegas y amigos. Sin embrago, el siempre cree en la posibilidad de que Odo vuelva a su laboratorio
Continuando con su investigación.
Continuamente, el Dr. Mora hace observaciones sobre Odo, lo cual lleva a este a la frustración. Desde su perspectiva, Odo es ingrato por la ardua labor que ha llevado con él. Después de todo el tiempo, atención y educación que le ha dedicado. Le dice que le dio más a Odo que a nadie en su vida. Y se lamenta de que no confía en él.
El Dr. Mora llega a Espacio Profundo Nueve de que le acompañe al Cuadrante Gamma en la búsqueda de otros cambiantes. Aunque no los encuentra, Odo se infecta con un gas volcánico venenoso que de alguna manera debilita su control sobre sus emociones y habilidades mutantes.
Cuando el científico bajorano relaciona a una serie de incidentes violentos en la estación con Odo, el Condestable está horrorizado y desconcertado. Mora tiene la oportunidad de tener a Odo en sus garras de nuevo, además de estar realmente preocupado por él, el Dr. Mora intenta intimidar a Odo para regresar a la seguridad de su laboratorio.
Reconocimiento
Odo no está de acuerdo con él, y el Dr. Mora siente el dolor del rechazo una vez más. Esta vez, sin embargo, él parece entender el dolor, tanto físico como emocional, que sin saberlo ha
infligido a Odo. Una vez el cambiante, los dos comienzan a reconciliarse. Dr. More renuncia al hecho de que Odo nunca volverá a ‘casa’, y le pregunta si alguna vez será parte de la vida de su ‘hijo’ de una manera aunque sea pequeña.
No es hasta que Oda se convierte en ‘padre’ que la grieta entre él y el Dr. Mora sana completamente. Por casualidad, Oda encuentra un niño cambiante enfermo en 2373. Después de que el niño parezca haberse curado, utiliza técnicas decididamente más suaves que el Dr. Mora para enseñarle a cambiar de forma. Ansioso por ayudar a su antiguo pupilo, Mora descubre que Odo no quiere ninguna interferencia del científico y se queda en un segundo plano, observando, aunque no puede evitar hacer comentarios sobre los métodos de Odo.
Cuando el bebé Fundador no responde, a pesar del flujo constante de vibración de estimulación de Odo, el Condestable se ve obligado a emplear algunas de las técnicas más duras del doctor.
Mira la cara del doctor que utiliza el equipo y se da cuenta de que el Dr. Mora no y nunca lo hizo, disfruta atormentando a bebés cambiados. Cuando él bebe responde, están encantados de Oda y el Dr. More. Entonces llega a Oda, tratando de formar la cara. Es el intento del niño para comunicarse.
Mayor comprensión
El Dr. Mora admite que la técnica de Odo es válida, y que él bebe tiene una conexión clara con el cambiante. Trágicamente, sin embargo, el bebé muere, dejando a Odo lleno de tristeza.
La experiencia permite a Odo darse cuenta de que los esfuerzos del Dr. Mora con él no eran mezquinos, sino un intento de comunicación, aunque fueran torpes. Ver a Odo trabajar con él bebe es beneficioso para el Dr. Mora, también. Le recuerda su tiempo juntos, y cómo podrían haber sido las cosas diferentes. La comunicación con él bebe y perderlo después permite a Odo y al Dr. Mora ver que su conexión es más profunda de lo que sospechaban, y acuerdan seguir en contacto, como lo harían un padre y su hijo humanoides.
Fuente Star Trek The Offciial Fact Files
Traducción Miguel SJ