Una cosa es ser capaces de viajar más rápido que la velocidad de la luz, pero si realmente quieres explorar un número significativo de nuevos mundos hay que ir mucho más rápido.
El sueño de los viajes interestelares se convirtió en una realidad el 5 de abril de 2063, cuando Zefrarn Cochrane probó con éxito la nave estelar más rápido que la luz jamás fabricada por la humanidad. Su vuelo seminal llamó la atención de los Vulcanos y el resto, como se suele decir, es historia de Star Trek.
Los años entre el vuelo de Cochrane tal y como como relata en “Star Trek: Primer Contacto” y los viajes del Enterprise bajo el mando de James T Kirk, son un misterio en el universo de Star Trek, pero parte de ello se relata en la quinta serie de televisión, “Star Trek: Enterprise”. Continuar leyendo