La Flota, al borde de la guerra con los klingon, envía al Enterprise al planeta Organia para negociar un acuerdo de protección mediante el cual los klingon no invadan el planeta y establecer una base allí. Pero los organianos no quieren tener nada que ver con la Federación o su protección, y están convencidos de que no están en peligro. Kirk está furioso cuando éstos Organianos, se niegan a defender su propia forma de vida. Los klingon, dirigidos por Kor, llegan, a tomar rehenes Kirk y Spock, y amenazan con someterlos a una sonda mental bastante desagradable para extraer información sobre la Flota Estelar.
Esta historia encuentra ironía en su trama, cuando Kirk se ve determinado a convencer a los organianos que recurran a la violencia, a pesar de que la misión de la Flota es supuestamente de la paz. Se trata de una historia adaptada particularmente bien a la audacia inflexible del capitán Kirk. La afirmación de los que organianos en última instancia, se encuentran seguros, queda demostrada cuando resultan ser seres poderosos capaces de detener a voluntad la guerra entre los Klingon y la Federación.
El uso de todos los poderosos seres, superiores para predicar un mensaje de lucha contra la violencia como humanoides humildes es un tema que ha sido groseramente sobre-utilizado en la primera temporada de Star Trek, pero afortunadamente el uso aquí es mucho mejor que por ejemplo, “Arena.” Kirk argumenta con vehemencia el derecho a participar en la guerra es particularmente revelador.
Miguel SJ