Entre 1987 y 1994 «Star Trek: La Nueva Generación» triunfó en la pequeña pantalla por muchos motivos. La secuela televisiva de la mítica serie de televisión , que aunque se situaba en el mismo universo que la serie original, situada cien años después, en el siglo XIV, y con una nueva tripulación, ampliaba el universo creado veinte años atrás.
El Capitán Jean-Luc Picard al mando del Enterpise-D llevaban acabó una misión continua en un universo mayor, más complejo y más peligroso, que el Enterprise de Kirk y su tripulación. Enemigos terribles como los Borg, el extraño ser conocido como Q o los Ferengi (entre otros) daban una dimensión mucho más compleja a la serie. Además, Roddenberry, para distanciarse de la serie de televisión de los años 60, creó un Capitán Picard muy diferente al aventurero y mujeriego Capitán Kirk. Picard es un hombre reflexivo y elegante, que ponderaba cada decisión, llevando a que «La Nueva Generación» fuera una serie muy distinta de la original, y que tuviera un mayor éxito: Siete temporadas con 179 episodios, por oposición a las tres temporadas de 79 episodios de la Serie Original.
Así que tras la despedida de la tripulación de Kirk en Star Trek VI: Aquel País Desconocido , muchos fans esperaban que la siguiente película de Star Trek fuera una adaptación a la gran pantalla de La Nueva Generación. Sin embargo, Paramount barajó toda una serie de posibilidades. Continuar leyendo