¿Canon o no? Es cuestionable. Pero la calidad de la serie animada no lo es, como explica John Byrne.
Los años 70 no serían una década que los fans recuerdan con mucho cariño, pero el paisaje de Star Trek no era totalmente desolador. Las reposiciones en las cadenas sindicadas, mantenían el listón alto; fanzines y convenciones proliferaban; y un modesto estudio (parsimonioso) ayudaba a que llegaran nuevas aventuras de Star Trek la pequeña pantalla.
Fundada en 1963, Filmation había construido su reputación con series baratas y alegres preparadas para la mañana del sábado (ocasionalmente). El estudio, en sus primeros años creo seréis derivadas de series de acción en vivo (como The Brady Kids) y adaptaciones animadas de personajes de la DC (la hora de Batman/Superman, Aquaman etc.). Cuando Filmation propuso por primera vez a la Paramount y a la NBC la idea de un spin-off animado e Star Trek, en 1969, el concepto refleja el ethos de niños del estudio. Los personajes originales, volverían pero sólo como mentores de un grupo de cadetes adolescentes a bordo de una nave llamada Excalibur. Gene Roddenberry defraudados por el enfoque, decidió aparcar el proyecto aparcando – aunque Filmation después revivió el concepto con su serie de acción en vivo Space Academy. Continuar leyendo