Abrams es un hombre de muchas pasiones, por lo que hablar despacio, no es lo suyo. Pero hoy el director llega tarde para el almuerzo en las instalaciones de comedor de su productora, Bad Robot, en Santa Mónica. Con un plato de pasta, en la mano, intenta encontrar las palabras para disculparse.
«Te pido perdón«, dice, a menudo de introducción. «Hoy, es un dia raro, ¡o será extremadamente raro?«. Abrams está aquí para hablar sobre Star Trek en oscuridad (a estrenar el 17 de mayo y aún por clasificar de cara a la audiencia), la secuela tridimensional de su éxito de 2009 «Star Trek». A lo largo de los años ha convertido Bad Robot en un centro de narradores, artistas y soñadores digitales — un Algonquino con figuras de acción y juegos de mesa, con los estantes llenos. Y en estos momentos todo el edificio está vivo y vibrando con el trabajo de postproducción de la película. Pero en un par de minutos, Abrams explica tímidamente, va a haber n boom sónico cuando se anuncie en una web de la industria, The Wrap», que ha decidido dirigir Star Wars: episodio VII, la primera película de Jedis que llevará la saga más allá tras el funeral vikingo del redimido Darth Vader. Abrams puntúa su explicación conuna palabra: «Locura«. Es una opción sólida. Continuar leyendo